El caso Radio Centro

Los medios y el poder

Gran preocupación existe entre algunos propietarios, o mejor dicho, concesionarios de los medios de comunicación sobre el giro que han dado las cosas en su relación con el poder, en especial las malas maneras en que se sienten tratados por la Presidencia de la República, seguro extrañan esos 12 años de panismo cuando tenían manga ancha, rayando en la impunidad mediática y ahora se ven amenazados por la delgada piel de los inquilinos de los Pinos y también presionados por la audiencia que les ha perdido credibilidad y es hoy más exigente de un periodismo informativo y moderadamente crítico. Como he dicho en otros artículos, hay que diferenciar entre los periodistas y los dueños de los medios, son planetas diferentes, pero ambos orbitan alrededor del poder político y financiero, así son las cosas, no es exclusivo de este país, lo mismo funciona en todo el mundo.

El asunto que me ocupa es la sorprendente noticia de hace unas semanas, cuando Grupo Radio Centro se bajó de la licitación por una de las cadenas de televisión abierta, argumentando que no tenían dinero, más de uno arqueo la ceja por la sorpresa, ¿un viejo lobo de mar como Francisco Aguirre tendría "errores" tan caros?, ¿era posible que a un empresario talentoso y con un probado historial de éxitos financieros pudieran "chamaquearlo"?, ¿que se equivocara en el cálculo o no supiera lo que ofrecía?...  La realidad seguramente no era esa, tenían que pasar los días para que la verdad saliera a flote.
Y salió de boca de una fuente muy cercana al proceso de licitación, que por prudencia no vale la pena sacar a balcón. En realidad Radio Centro no iba solo en la adquisición de dicha cadena nacional, para lograrlo se requería mucha inversión en repetidoras e infraestructura, sin contar las industriales cantidades de dinero para la producción de contenidos y aspirar a convertirse en un verdadero competidor de Televisa, ese era el proyecto que acariciaba Aguirre, al frente estaría su hijo Juan, hombre joven y audaz que entiende bien el cambio generacional de los medios en México, sabe perfectamente que los ciudadanos demandan contenidos de calidad y que lejos quedaron los tiempos en que eran rehenes del aparato informativo del poder, por lo que se dieron a la tarea de invitar accionistas, labor legitima en países donde la libre empresa es para todos un derecho, pero en el nuestro no siempre es así, también hay que pedir permiso al poder, que en este caso tiene fuertes lazos de unión con Televisa, así fue que Germán Larrea, segundo hombre más rico de México, estaba interesado en el macro proyecto de Radio Centro, Larrea incluso había renunciado al Consejo de Administración de Grupo Televisa para evitar un conflicto de interés, es decir, un hombre que conoce las entrañas de la bestia, capaz de ser un digno rival, Tenían ya el dinero, todo listo para pagar, pero aún no tenían la bendición de Los Pinos, buscaron audiencia, pero nunca no les fue otorgada, primer mal augurio, el silencio de los dioses suele ser más que elocuente. Intentaron vía Osorio Chong en SEGOB quien les dijo que esa no era la ventanilla adecuada, segundo augurio del desastre anunciado, al final, un funcionario de los dioses le dijo a Larrea que no veían con buenos ojos esa unión y en especial ese proyecto.
Los Dioses habían hablado, lo que confirmaba ambos augurios y explicaba la campaña que algunos habían emprendido contra Radio Centro, lo que provocó desequilibrios bursátiles en la empresa, obvio, esa campaña tenía un origen en común: Televisa.
Aguirre y Larrea, buenos interpretadores de los símbolos políticos, comprendieron que era preferible perder algo que hacer enojar a la fiera, cuya ira conocen bien, cerraron filas y se tragaron su enojo, Francisco Aguirre ha aguantado todos los calificativos posibles, insultos y críticas, todos injustos y exagerados. 
El ánimo interno de Radio Centro se fue por la alcantarilla, igual que los 415 millones de pesos que pagaron en garantía de seriedad al IFT. No es para menos, pero Radio Centro seguirá y los habitantes de Los Pinos algún día se irán, sólo ellos, la familia Aguirre sabrá si este descalabro fue un fracaso o una enseñanza, esperemos que sea lo segundo, por el bien de todas las familias que dependen de esa empresa, por la audiencia y por el bien de nuestro país.
Para los que analizamos a los medios de comunicación nos deja importantes lecciones de conocimiento sobre esa desequilibrada relación entre medios, periodistas, empresas y el gobierno, donde las disputas se disfrazan de "noticia" y la realidad es la defensa de la hegemonía económica y el control de la opinión pública, es decir, se expresan "valores" universales como la verdad, la ética y la justicia, pero sólo sirven de decoración para intereses personales, quien domina la comunicación domina la voluntad y como sabemos la voluntad es la fuente de la riqueza, de los bienes materiales y del poder político, del todo.

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