Medios y poder: una relación incomoda y otros malentendidos

Poder y el oficio de informar


Es común escuchar en las oficinas de gobierno quejas por la publicación de información que en la mayoría de los casos es inexacta e imprecisa, pero también es común escuchar en las redacciones de los medios las molestias que los periodistas tienen en contra de ciertos funcionarios que evaden ser entrevistados o cuestionados, un conflicto que tienen un común denominador: falta de comunicación e ignorancia de los procesos internos de ambos, este texto trata de explicar de manera sencilla esa relación, a veces fallida y otras exitosa.

Un funcionario en cada hijo te dio

Los que hemos tenido el honor de estar en ambos lados podemos explicar las filias y las fobias que existen entre el oficio de informar y el ejercicio de gobierno, voy a comenzar con algunas fobias que albergan funcionarios públicos acerca de los medios. La formación de un funcionario público posee tres valores fundamentales: Conocimientos académicos de la materia de la entidad pública de la que se trate, formación administrativa en el manejo de recursos públicos que tienen que ver con el gasto y comprobación y por último en el manejo de la normatividad vigente para las distintas áreas de componen una entidad de gobierno, estás últimas suelen ser demasiadas, a veces absurdas, pero que de no observarse pueden provocar problemas para dichos funcionarios. Ello hace de la función de gobierno un asunto complicado y difícil de entender para quien está por fuera, como es el caso de los periodistas, lo que provoca molestias a los funcionarios que observan el ejercicio de informar a los medios como algo que irrumpe al marco intitucional de los diversos procesos administrativos, en eso radica la fobia. 

Guerra-guerra en el monte, en el valle... 

Para los medios las cosas son diferentes, el principal insumo es la información, el negocio del periodismo es vender noticias frescas y atractivas para los lectores, un buen jefe de información de los medios jamás se conformará con el boletín que haga una oficina de gobierno, la verdad es que la mayoría están mal realizados, escuetos, llenos de alabanzas al jefe en turno e insuficientes desde el punto de vista informativo. No hay que perder de vista que los medios son un negocio, tienen dueños y viven de la publicidad, además de la venta de servicios informativos, por lo que el trabajo es estresante y competido por obtener la mejor noticia o "revelación", por lo general, si una oficina de gobierno se cierra a la información un reportero buscará una fuente distinta a la autorizada para pedir una declaración, lo que cierra el círculo vicioso que irrita a ciertos funcionarios que se sienten acosados por los medios, cuando en el fondo, el conflicto es un problema de comunicación entre ambos. No siempre las oficinas de comunicación poseen jefes que hayan pisado  una redacción, desconocen los procesos o simplemente el jefe no le hace caso, otra falla de comunicación interna.

Hazlos tus aliados

Los funcionarios NO deben sobornar a los periodistas, por el contrario, debemos erradicar esas malas practicas que degradan y corrompen tanto a la función pública como al periodismo, es necesario comprender la gran resonancia que las noticias pueden tener a favor de la actividad gubernamental, se necesita entonces funcionarios más sensibles al desempeño periodístico, existen cursos de capacitación en media training y otros conocimientos que ubiquen a los funcionarios en la necesaria labor de los medios en una sociedad democrática y exigente, lo que implica tiempo  para inducir a los medios a comprender los procesos administrativos de las entidades públicas, ellos descubrirán fuentes inagotables de información interesante y útil para sus lectores, sin que sean filtraciones o grabaciones escandalosas de dudosa procedencia y de oscuras intenciones.

Para ampliar más información o una consulta sobre este tema escriban a juliocastre@gmail.com
 

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