Consejos para hablar con medios de comunicación

Los medios son tus aliados, no tus enemigos



Quizá pienses, con justificada razón, que los medios sólo distorsionan la realidad, que tuercen las palabras y sólo se dedican a confundir, pero independientemente de lo que opines al respecto debes comprender en lo más profundo de tu cerebro el gran valor que pueden significar en el logro de tus objetivos, de tus planes y aspiraciones, los medios de comunicación pueden abrirte puertas y catapultar tu personalidad y convertirte en el referente, en el experto en tu materia o negocio, pero debes conocer las técnicas para manejarte con ellos y aprovechar todo el potencial de beneficios que puede darte una exposición mediática.

¿Sabes con quien estás hablando? El medio no es monolítico: los reporteros de medios de opinión pública se han convertido en empleados corporativos que cubren historias que “venden”. Los reporteros de negocios también tienen el ojo en lo que “vende” pero la especificidad de su campo los hace más receptivos a expertos de la industria y sus voceros. Para asegurarte que tu mensaje sea claramente comprendido, habla el mismo lenguaje del medio que sea tu objetivo.

Conoce al reportero. Tu asesor de Relaciones Públicas debería de proveerte de antemano con información sobre el reportero, su tipo de trabajo, cual es su “approach” y cuáles son sus “quejas”. Cuando cuadras una entrevista no temas preguntar si el reportero para su reportaje hablara con otras fuentes, cuánto tiempo tendrá para la entrevista y cuál será el formato.

Recuerda a quien le quieres llegar con el mensaje. El medio es un tercero que usas como conductor para tu audiencia "target". ¿Quiénes son? ¿Que piensan de ti? ¿Que necesitas decirles para que afectarles de tal manera que dispare resultados positivos? Observa al reportero como un facilitador quien podrá ayudarte a que tu mensaje se transmita a los accionistas, prospectos y clientes.

Hazlo simple. Mientras más enmarañado el mensaje, será más probable que el mensajero (y como resultado la audiencia) lo mal interprete. Necesitas comunicar claramente quien eres, que haces y porque lo haces. Una afirmación contundente de tu posición ayuda a cristalizar tu mensaje en oraciones sucintas y fáciles de recordar.

Mastica el mensaje. La entrega del mensaje es tan importante como el contenido del mensaje y no es suficiente con regurgitar tu afirmación contundente de tu posición. El mensaje debe de convertirse en parte de ti hasta que se convierta en la parte más efectiva de tu discurso.

Comprende el riesgo de estar expuesto a los medios. Mientras que el beneficio es obvio (exposición, credibilidad, posicionamiento como experto) el riesgo – más allá del miedo a ser citado equivocadamente – no es tan aparente. Para comenzar, puede que tengas que enfrentar algunos esqueletos en el closet, de manera que asegúrate que estos puedan aguantar el escrutinio de los medios. La audiencia perdonara tus errores, pero no necesariamente confiaran en ti por esconderlos.

Algunas veces la exposición a los medios es muy poca, o muy tardía. Es una batalla cuesta arriba enfrentar mala publicidad, en su lugar debes de enfocarte en hacer “cosas buenas” y no en pelear a los medios. Esta es una estrategia mejor para restaurar una reputación maltratada.

La practica hace al maestro

No deberías de reunirte con un medio sin poder presentarte como un entrevistado “pulido”, pero tampoco debes de parecer que has sobre ensayado. Es un ejercicio tedioso encontrar el término medio, pero es crucial evitar cualquier malentendido en la comunicación. Entonces antes de cualquier entrevista con los medios, debes de…

Conocer tu mensaje y como lo vas a trasmitir. Solo tienes unos segundos para articular tu mensaje. Después lo debes de reforzar tantas veces como puedas. Debes de practicar la variante de tu “elevator speech” (mensajes triviales) una y otra vez para asegurarte que el mensaje queda.

Haz un “media training”. Aun cuando ya hayas tenido media training siempre te beneficiaras de “refrescantes tips” de vez en cuando, particularmente de aquellos que incluyen entrevistas simuladas. Repasar técnicas de entrevistas, incluyendo tácticas sobre cómo manejar preguntas difíciles, puede influenciar significativamente el resultado de la historia.

Agudiza tus presentaciones: prepárate 

Si, si, si, la apariencia si es importante y aun más en la televisión. Debes de vestirte de manera que no distraiga a la audiencia del mensaje. Para ser un comunicador efectivo en la televisión, debes de quitarte de encima cualquier comportamiento que distraiga, la utilización de muletillas, gestos exagerados o el jugar con pequeños objetos.

No seas arrogante, se amable.

Vamos, los reporteros no son tus amigos, sin embargo, si son profesionales al igual que tu. Trátalos como querrías que te tratasen a ti.

Una vez que la historia es publicada, manda una nota dando las gracias. No amenaces o te enfurezcas. Recuerda que esta es una relación mutuamente beneficiosa: tú ganas exposición y en retorno el reportero tiene la historia que busca. Si el reportero tiene algún “hecho” errado, simplemente llama o escribe para que corrijan el error. No lo vetes de tu lista, los errores ocurren. A sí que pon las cosas claras… y para adelante.

Evalúa tu actuación

Finalmente al finalizar cada entrevista se brutalmente honesto contigo mismo. ¿Te conectaste con el reportero? ¿Estabas con el “mensaje” en todo momento? ¿Le diste suficiente información pertinente para que el reportero valore el mensaje y su tiempo invertido? “El reportero no entendió nada” es excusa más fácil; es tu trabajo asegurarte que el reportero entienda lo que le dices. Hay muy pocas entrevistas “mal entendidas o mal citadas” pero si muchas oportunidades perdidas para trasmitir el “mensaje”.


Si te interesa este tema o llevar un curso manda un email a juliocastre@gmail.com

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