Steve Jobs: Hambriento y alocado

Steve Jobs, el Revolucionario


Julio Castrejón

Ser "Revolucionario" no es tomar un arma, una boina con alguna estrella y subir a la sierra para matar soldados, eso es ser un criminal y un terrorista, el verdadero Revolucionario es aquel ser humano capaz de transformar a la humanidad transformándose a sí mismo.
Considero que es importante rescatar el humanismo y la capacidad narrativa que posee el hombre en estos tiempos en las que el delirio y la mediocridad se han apoderado de las instituciones y del mundo.
Recuperemos la narrativa y el discurso incluyente, el amor al conocimiento y tendremos de vuelta el respeto por nosotros mismos, construyamos e inspiremos a otros mexicanos para que transformen la realidad y en ese acto, simultáneamente, construyamos un mejor país. Por esa razón el discurso de Steve Jobs en Stanford, 2011, es un documento que resume lo mejor de su pensamiento y de vivir la vida de la única manera que vale la pena vivirla: con pasión.

Tengamos esa misma pasión para inspirar a los demás, nos hacen falta liderazgos reales que hagan hervir la sangre, que se entreguen por una causa en común, no en ideologías obsoletas, ni en demagogía populista, una causa que nos haga ganarnos el pan con sudor y conocimiento sin pudor.


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